Los datos indican que, durante el reciente periodo de inflación, las grandes empresas se beneficiaron de manera anormal al aumentar los precios. Normalmente, las ganancias de las empresas solo representan el 13% de los aumentos de precios. Sin embargo, entre abril de 2020 y diciembre de 2021, las ganancias de las empresas representaron el 54% del aumento de precios, y se mantuvieron por encima de niveles normales durante 2022. El aumento de las ganancias fue especialmente marcado en las empresas más grandes, cuyos márgenes se dispararon y mantuvieron altos después de abril de 2020.
Los demócratas y la administración Biden están presionando a las grandes empresas y sus prácticas de precios con sus esfuerzos para combatir la consolidación corporativa, reducir el costo de los medicamentos, tomar medidas contras tarifas abusivas, y apoyar a los sindicatos. En contraste, los republicanos están pidiendo más recortes de impuestos para los ricos e intentando deshacer los esfuerzos demócratas que protegen a los consumidores. Aunque los precios pueden cambiar basados en las fuerzas económicas, el gobierno federal tiene un papel claro en proteger a las familias contra aumentos de precios excesivos y predatorios.
Cuando las familias luchaban con la inflación en 2021, los CEOs (Jefes Empresarios) continuaron subiendo los precios para aumentar las ganancias de sus empresas, más allá de los necesario para cubrir costos.
Mientras las familias estadounidenses lidiaban con los aumentos de precios en 2021, los CEOs de las corporaciones y sus accionistas disfrutaban de ganancias mayores. En muchos casos, las empresas subieron los precios mucho más de lo que necesitaban para cubrir sus costos—extrayendo de las familias estadounidenses el dinero que habían ganado con su propio trabajo. Varios CEOs aun lo han alardeado a sus inversionistas, mostrando como los aumentos de precios innecesarios beneficiaron directamente a sus empresas, a menudos usando la inflación como una mera excusa. El Director Financiero de la compañía importante de autopartes AutoZone llamó a la inflación “en algún sentido nuestra amiga…en términos de precios al por menor”. El jefe de una compañía importante de materiales de construcción, Holcim, señaló que su estrategia de precios “proactiva” impulsó los márgenes de ganancia de la compañía. El CEO de Kroger también enfatizó la capacidad de la empresa para trasladar los mayores costos a los consumidores, declarando “vemos un poco de inflación como algo siempre bueno en nuestro negocio”. En 2023, algunas grandes corporaciones seguían aumentando precios a las familias mientras registraban meses de más altos beneficios.
La evidencia muestra que las grandes empresas aprovecharon de su dominio del mercado para subir los precios durante la pandemia.
Economistas y legisladores han señalado cómo las corporaciones con un dominio del mercado sin precedente se aprovecharon de las condiciones extraordinarias de la economía durante y después de la pandemia para obtener ganancias a expensas de las familias. En los últimos años, las grandes empresas han llevado a cabo fusiones—cuando dos o más empresas se combinan en una sola empresa más grande—y adquisiciones—cuando una empresa aumenta su tamaño comprando otras. Si estas empresas venden bienes similares, las familias se quedan con menos opciones para elegir mientras buscan el mejor precio. De esta manera, al reducir la competencia, los CEOs pueden imponer los aumentos de precios en las familias que tienen de pocas a ninguna alternativa.
Estudios han demostrado que desde los 70s, menos empresas han participado en las industrias de EE.UU. en general, debido a las fusiones y adquisiciones. El número de pequeñas empresas ha disminuido, y ahora solo unas pocas grandes empresas dominan muchos mercados. Esta tendencia general se conoce como mayor concentración corporativa.
Las empresas más grandes en industrias que tienen mayor concentración corporativa pueden pasar más descaradamente mayores costos de producción a los consumidores, utilizando la inflación como excusa para obtener mayores ganancias. Analizando la inflación, el Banco de la Reserva Federal de Boston encontró que, cuando una industria esté más concentrada, es más probable que las empresas de esa industria pasen una mayor parte de los costos de producción a los consumidores. Un estudio reciente de la Reserva Federal también mostró que, después de la pandemia, los márgenes de ganancias se mantuvieron más altos entre las empresas más grandes.
Empresas con poder de mercado mantuvieron altos los precios para las familias.
La consolidación es especialmente perjudicial cuando aumenta los costos de bienes esenciales como alimentos y pañales. En estos casos, las familias no tienen más opción que comprar estas necesidades diarias, incluso cuando se les imponen precios más altos. A partir de 2018, solo cuatro empresas controlaban del 55-85% del mercado estadounidense de aves de corral, cerdo, y carne de res, dándoles un poder significativo tanto sobre los precios al consumidor como sobre los precios que se pagan a los rancheros y agricultores por sus productos. El aumento de los precios de los productos de carne representó por sí solo la mitad del aumento en los precios en lugares como supermercados, entre diciembre de 2020 a septiembre de 2021.
Los precios de los alimentos y otros artículos de primera necesidad siguen elevados, lo cual perjudica especialmente a los hogares de ingresos bajos y medios que utilizan gran parte de sus presupuestos en bienes de primera necesidad. Aunque la inflación ha disminuido, los márgenes de ganancia de los supermercados han seguido aumentando. Los CEOs y accionistas de empresas grandes parecen estar haciendo todo los posible por mantener altos los precios. Por ejemplo, las empresas han estado experimentando con el nivel de disposición que tienen los consumidores a pagar precios más altos por productos y servicios, elevando los precios tanto como sea posible mientras monitorean los datos de ventas para mantener elevadas las ganancias. Esto es particularmente perjudicial para las familias en sectores donde los consumidores están atrapados con solo un pequeño número de grandes empresas para elegir.
El aumento del dominio corporativo y la consolidación corporativa también han perjudicado a los trabajadores.
A medida que la economía se ha vuelto más concentrada con el tiempo, los trabajadores han estado recibiendo una porción decreciente del ingreso total. Entre 1978 y 2021, el promedio de compensación de un trabajador creció solo un 18.1%, mientras que la compensación promedio de los top CEOs creció un 1,460%. En 1965, la proporción de compensación de CEO a trabajador era de 20-a-1. Para 2021, esta se situó en un desconcertante 399-a-1. La producción por hora de los trabajadores ha crecido más de cuatro veces el crecimiento de su paga desde finales de los años 70, pero la parte de los trabajadores en el ingreso nacional ha disminuido progresivamente.
El aumento de la concentración industrial y del poder corporativo ha demostrado suprimir los ingresos de los trabajadores. Investigaciones han demostrado que cuando la empresa de un trabajador es comprada por otra empresa, ese trabajador es más propenso a perder su empleo y tendrá menores perspectivas de ingresos en el futuro. Además, el uso de acuerdos de no competencia y la reducción en el número de empresas disponibles para ofrecer empleos han reducido la capacidad de los trabajadores para negociar salarios más altos o mudarse a una empresa con mejor paga. Aunque el fuerte mercado laboral posterior a la pandemia ha ayudado a muchos trabajadores de bajos ingresos a cambiar de empleo y obtener salarios más altos, todavía están en desventaja en muchas industrias debido al aumento de la concentración corporativa.
Las grandes empresas también han aumentado su poder de mercado, continuando con el desmantelamiento y el bloqueo de la sindicalización de los trabajadores. En 1950, más del 30% de la fuerza laboral estaba sindicalizada y los poderosos sindicatos aseguraban que los trabajadores gozaran de los beneficios del crecimiento. Sin embargo, la participación sindical comenzó a declinar en los años 70 a medida que los empleadores en diversos sectores intensificaron sus esfuerzos para combatir los sindicatos y los esfuerzos de organización sindical. Estos esfuerzos de los jefes contra los sindicatos fueron alentados por cambios legales que restringieron los derechos de los trabajadores e inclinaron la balanza en su contra.
Los demócratas están luchando contra el dominio corporativo y su impacto en los trabajadores y sus familias.
Desde el principio de su administración, el presidente Biden reconoció la necesidad de afrontar la concentración corporativa y limitar el poder de las grandes empresas. Apenas unos meses después de iniciar su presidencia, el presidente introdujo su Orden Ejecutiva sobre la Promoción de la Competencia en la Economía Estadounidense en 2021 para proteger a las familias estadounidenses contra la explotación por parte de firmas excesivamente poderosas.
La administración también ha desafiado a las empresas que suprimen la competencia, especialmente aquellas en industrias que venden productos de primera necesidad a las familias estadounidenses. A medida que los precios de los alimentos subían, la administración Biden trabajó con fiscales estatales para enfrentar prácticas anticompetitivas en las cadenas de suministros de alimentos de EE.UU., También la administración invirtió en productores pequeños para contrarrestar la concentración corporativa que eleva los precios en la industria de empacadoras de carne. Además de luchar contra la consolidación corporativa en la industria de alimentos y supermercados, la administración ha tomado medidas contra la consolidación de las grandes empresas en las industrias del cuidado de salud, la banca, servicios hipotecarios, energía, y big tech.
Los demócratas también reconocen que los derechos de los trabajadores deben ser protegidos ante el creciente poder corporativo. Es por eso que los demócratas en el Congreso, incluyendo el Presidente del Comité Conjunto Económico Heinrich, están trabajando para aprobar la Ley PRO, que prohibiría a las empresas una serie de actividades antisindicales y empoderaría a los trabajadores. El presidente Biden y los demócratas en el Congreso también han aprobado la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en ingles), la Ley CHIPS y Ciencia, y la Ley de Infraestructura Bipartidista (BIL, por sus siglas en ingles), que protegen a los salarios de los trabajadores e incluyen disposiciones en favor de los sindicatos.
La dominancia corporativa ha facilitado aumentos de precios de bienes esenciales. Si no se combate, las grandes empresas continuarán expandiendo su dominio en el mercado en beneficio de los CEO y accionistas, y en detrimento directo de los trabajadores y familias estadounidenses. A medida que la economía vuelve a equilibrarse, los demócratas continuarán enfrentándose a los CEOs corporativos y devolverán el poder a las manos de las familias estadounidenses.